¡Si desea respirar aire puro junto al mar y disfrutar del espectáculo que ofrecen las olas rompiendo contra las rocas, la costa virgen de Quiberon es su destino ideal!
Desde Pointe du Percho al famoso castillo Turpault, el océano esculpe el rocoso litoral a lo largo de sus 8 kilómetros. Un paseo por el sendero costero supone una verdadera lección de geografía al aire libre. En él se puede comprobar en vivo la fuerza de la naturaleza y el fenómeno de la erosión. Cada ola simboliza el intermitente pero persistente ataque del océano al acantilado, que resiste impasible a lo largo de los años.